Cunilingus (el chupi de las mujeres)

    Siempre me ha causado mucha curiosidad saber qué se siente recibir una felación. Una vez le pregunté a un amigo, si él tuviera que escoger entre una buena mamada (y disculpen lo ordinario) y una buena tirada qué escogería; luego de una laaaaaaaaaarga espera concluyó por decir “Es que son dos cosas muy diferentes”. Imagínen ustedes, si en el sexo oral masculino el principio de entrar y salir  se repite, no obstante no se siente igual que al penetrar; elévenlo a la novena potencia para tener a penas una ligera idea de lo que siente la mujer cuando le practican sexo oral, llámese CUNILINGUS.

    Si a veces creen  que no es fácil encontrar a una mujer que sepa hacer buen sexo oral, no saben lo difícil que es para una mujer encontrar un hombre que, primero lo haga (sí, porque muchos se hacen los locos y no pasan por la casilla de “GO”, aún cuando están convencidos de que si no hay chupada para ellos ese encuentro sexual está incompleto) y segundo que lo haga como a ella le gusta.

    A una de mis mejores amigas su pareja le practicaba sexo oral, muy rico y muy todo, pero ya había llegado la hora de pasar al siguiente plano (ella quería más) y el chico empeñado en que él quería hacerla acabar únicamente con la lengua. Siguieron intentándolo y el muchacho pegado como un corroncho. Ella obviamente nunca acabó y terminó super seca e hinchada. El pana no entendía qué había sucedido. Él repitió cada unos de los movimientos linguales, es más, la rutina entera que hacía que su ex­novia volteara la cabeza como Linda Blair y que se le blanquearan los ojos, pero fue ese precisamente su error. Todas las mujeres son diferentes y disfrutan de aspectos del sexo distintos con una intensidad variante. Ojo, no con esto quiero decir que el sexo oral no sea suficiente para hacer que una mujer se retuerza de placer, al contrario, digo que para algunas funciona y para otras se necesita eso y algo más.

    La vagina es algo muy similar a la dimensión desconocida. Hay mujeres que acaban sólo con la estimulación del clítoris; otras que sólo llegan si hay penetración; es más, hay unas que ni siquiera necesitan tocarse, que cruzan las piernas presionando el clítoris fuerte con sus labios y con el movimiento de sus caderas acaban en cuestión de segundos. El punto es que ustedes hombres, o mujeres que practiquen el cunilingus, como buenos amantes que espero sean, deben escuchar a su pareja. Si ella les pide más fuerte o más suave; con dos dedos o sólo con la lengua HÁGANLO. El arma secreta que les pudo haber funcionado con una, para la otra puede ser la cosa más nula de este mundo.

    Chicas conózcanse ustedes mismas para que puedan guiar a los chicos de manera rápida y efectiva. Y chicos, tomen el tiempo de descubrir a su pareja.  Pero sobretodo, BAJEN y embriáguense de ese “néctar de la vida”. Hazle a tu pareja lo que quieres que te ella haga a ti, pero asegúrate siempre de que ella lo esté disfrutando.

La Girl-a