domingo, 18 de septiembre de 2011

¿Matrimonio o Diversidad Sexual?


Uno de los paradigmas más resaltantes sobre la sexualidad del hombre (me refiero al contexto general hombre/mujer), es aquella cuando en plena pubertad se manifiestan las primeras inquietudes en torno al sexo y la primera experiencia cercana con el sexo opuesto. Desde pequeños se nos ha inculcado valores a los cuales estamos de una u otra forma atados; el código moral, por defecto, representado por el matrimonio hace referencia de una cultura que impone términos específicos para sostener sexo y a su vez tomar responsabilidad y  madurez a la hora de pensar en relacionarnos íntimamente.

Este estereotipo pica y se extiende desde la antigüedad hasta nuestros días, incluso con relación a cada religión se aplica de diversas maneras, practicándolo así como un rito de iniciación en la vida sexual adulta. Aunque hoy en día el tema sexual no es visto ya con ojos de tabú, de igual forma se mantiene en algunas culturas y grupos familiares específicos esa conducta arquetipal de las que todos en un momento determinado nos hemos sentido victima.

Sin duda el sexo se convierte de alguna forma en un contrato en donde ambas partes (marido y mujer) toman responsabilidad sobre su vida de pareja y estos uniendo lazos determinan una vida familiar en la que se ven obligados a obedecer y respetar para obtener una estabilidad emocional y personal. Esta clase de conciliación establecida por la sociedad es determinante en la vida de cada individuo, que a su vez es considerado como ente digno de representar al colectivo.


Queda claro que los cambios generados en la sociedad a través del tiempo han significado un punto crucial en la identidad sexual, queremos decir con esto que si bien el sexo ha logrado despojarse del ideal marital, esta también el hecho de que esto ha permitido ampliar el panorama sobre nuestras necesidades propiamente físicas en donde el rol que jugamos dependerá de la creatividad, sean o no aceptadas objetivamente por la sociedad, serán tomadas como una inquietud necesaria para nuestro disfrute personal. Temas como la Homosexualidad y el sexo grupal son el nuevo foco de discusión entre hombres y mujeres, sin importar, raza, religión o credo son tomados como opción a la hora de añadir un estilo extra a la sexualidad, propia  de intereses con nuestro modo de pensar con el de los demás. Estas acciones cuando son tratadas en el plano de experiencia individual se puede apreciar situaciones en las que se pueden observar incontables posturas sexuales, desde la monogamia, las orgías, la autocomplacencia, el sadomasoquismo, la zoofilia,etc, son el enigma singular de una sociedad totalmente abierta a escenas que parecen de película pero que no dejan de ser reales, al igual la aceptación de las misma y los diversos énfasis sobre las consecuencias que traen dichas acciones deben ser tratadas con detenida mirada soslayada. El sexo como definición es la exploración intima de nuestra corporeidad  y disfrute sexual, por ello sea cual sea la forma que se experimente debe ser tratado con tacto, responsabilidad y sobre todo con respeto, si se es involucrado con más de una persona.

De esta manera los estereotipos son redefinidos una y otra vez, y a medida que la sociedad va innovando nuevas formas de convivencia de pareja, las va amoldando según sus intereses; en este aspecto resaltan los divorcios, los contratos prenupciales e incluso abogar los matrimonios homosexuales. Esta clase de conducta obviamente no es aplaudida y desde un inicio cuando se realizó uno de los primeros divorcios, se establecieron diferencias y negaciones sobre esta acción, aunque ya 5 siglos después el hombre aún con recelo ve lejos la aceptación de un divorcio y aún peor los matrimonios homosexuales igualmente no está lejos la aceptación de una nueva perspectiva sexual. Entonces, ya en terrenos de lo desconocido y fuera del contexto natural para algunos ¿Qué representa para nosotros esta clase de acciones?¿Es necesario para la sociedad redefinir el concepto marital? O por el contrario ¿Negarnos a esas posibilidades y retornar al concepto de origen sobre el matrimonio? Estas preguntas en algún momento todos nos hemos cuestionado, pensar en que la realidad tal cual como la conocemos, con todas sus constantes, tienen su pro y su contra, deben ser también tomadas en cuenta a la hora de juzgar con una mirada objetiva sobre lo sexual; esto no es sólo un paso sino el papel que debemos cumplir para responder a todas estas interrogantes, conviviendo con la diversidad de ideas, es motivo suficiente para recrear quizás el acto mas natural de los seres vivos. El autocontrol de natalidad ejercido por el reino animal en comparación con la homosexualidad humana entran en juego y a su vez interés, sin olvidar de donde venimos, es importante aclarar el hecho de que pertenecer a un grupo social es tomar responsabilidad de nuestra posición en ella desde el día en que nacemos, hasta nuestros días. Aceptar la diversidad y convivir con responsabilidad sobre cada una de las decisiones que tomemos, ayudará a que nuestra especie no solamente prevalezca sino que permita madurar y mantener el derecho de opinión universal cuando hablemos en una sala tomando café con nuestros hijos sobre lo qué significa la sexualidad al cual estamos sujeto como seres reproductivos y sociales.



 
                                                                                                                                           Hera

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